Un lugar donde debes “Saltar al mar para caer al cielo”

Ricardo Castro

Para hablar de Cabo Pulmo hay que hablar de “Los Castro” una gran familia de origen pescador y que hoy en día son referencia nacional e internacional de la conservación marina, así te platicaré del mayor de ellos que también es el mayor de la comunidad: Juan, de Ricardo su hermano, de Richard (hijo de Ricardo) y de un muy buen amigo que nos hizo coincidir… que no es Castro pero se siente parte de la comunidad: Edgardo.

Acompañada de Daniel y él a su vez de sus cámaras, llegué a Cabo Pulmo, nos dirigimos a la playa y encontramos a Juan, a quien le pregunté: ¿Usted es Don Juan Castro? Y me respondió… “Juan para que le sea más sencillo”; y me hizo varias preguntas él a mí.

Al final aceptó concederme una entrevista en la que narra con detalle el momento en que se le ocurrió dejar de ser pescador para trabajar en la conservación y llevar a este lugar a ser un Parque Nacional.

“Una vez lleve a unos buzos al mar, por ahí de 1987 y me tire al agua, había una enorme destrucción de coral que nosotros mismos hacíamos con las anclas de las lanchas de pesca

Me di cuenta que los buzos no tocaban nada, solo observaban y tomaban fotografías y al regresar le platiqué a mi esposa. Quien me dijo que estaba en Cabo Pulmo la Dra. Rosalba Encarnación Dimayuga de la Universidad, me regrese a la playa y le platiqué la destrucción de corales que había visto. Ella me dijo que no podía ayudarme ya que su área era flora y fauna, pero me dijo: -no te preocupes está por venir un muy amigo mío, un biólogo marino que vive en la Cd. De México.

Que vendría al departamento de Biología Marina de la UABCS y sólo 4 días después de esa plática estaba esa persona, el Dr. Oscar Arizpe, con 2 camiones llenos de estudiantes en nuestra comunidad, formaron una delegación, eso marcó un parteaguas para la investigación científica que aportó los datos para presentar la iniciativa y empezar las gestiones para cambiar el rumbo de este lugar”.

Don Juan Castro

Todas las gestiones para lograr el decreto fueron en el Gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari y a los pocos días del cambio de Gobierno, su sucesor, Ernesto Zedillo Ponce de León, quien es un amante del buceo, emitió en 1995 el decreto de Parque Marino Nacional que con el tiempo se modificó a Parque Nacional.

“Me preguntan ¿Qué hay aquí? ¿Por qué es parque nacional?, el parque nacional está en el mar”.
Dijo Juan.

En una parte de la entrevista Juan me comentó que solo él, como pescador había firmado los papeles de la iniciativa y que eso había ocasionado cuestionamientos en la Ciudad de México.

Con el tiempo los pescadores de Cabo Pulmo vieron las ventajas de la actividad de buceo y asumieron el reto de conservar su gran tesoro, narra Juan que encontraron el lado bueno al regresar temprano a casa, con gasto menor de combustible y con su tarea del día concluida.

Hoy, Juan está orgulloso, satisfecho de haber hecho virar el rumbo de esta comunidad, de generar un cambio tan positivo y sin darse cuenta, haberse convertido en una referencia en México para la conservación marina. Aunque al principio no fue sencillo hasta hoy se acuerda de ese momento, nunca dudo, es como si el mar le hubiese dicho lo que tanto necesitaba conservar la vida de ese lugar.

Pero eran pescadores…

Cabo Pulmo inició su historia como comunidad, basando su actividad económica y de sustento diario en la pesca, esta comunidad conceptualizaba la vida pescando, así habían vivido hasta entonces de generación en generación y a partir del decreto de parque nacional, los pescadores que desde muy pequeños había sido este su oficio, así, de un día para otro dejaron de pescar.

De un día para otro tuvieron que adaptarse y dar un giro total, tiempos muy complicados, desde luego molestias, desacuerdos, angustia de cara al futuro, me imagino que los pescadores que no estaban convencidos de la apuesta por la conservación, se preguntaban seguramente de que vivirían…

Imagínense, nacer con un oficio y desde la mirada de muchos de la comunidad, por las “ocurrencias” de Juan tener que dejar un legado familiar para llevar a bucear personas, ¿De qué vivirían? ¿Qué llevarían a sus casas? ¿Con que alimentarían a sus hijos?

Afortunadamente, se logró el decreto y pronto, toda la comunidad evolucionó para convertirse en defensores de su parque.

Sobre esto platique con Ricardo, quien además de hacerme reír mucho con sus múltiples bromas y buen ánimo, me platicó que él aprendió a pescar a los 4 años, que a los 14 años ya tenía su propia embarcación, aun extraña pescar… es evidente, siendo hermano de Juan, Ricardo no estaba de acuerdo en un principio con la iniciativa. Pero hoy en día Ricardo celebra la nueva vida de su comunidad, se volvió ranchero, cría animales, les habla bonito a sus caballos, pasa sus días trabajando en su versión evolucionada de ranchero sudcaliforniano y conservador.

Esa tarde estaba fileteando un pescado, aun disfruta mucho esa actividad, me aclaró, un pescado que lo trajeron de fuera.

Platiqué también con Richard, hijo de Ricardo, quien desde luego se dedica al buceo en su propio negocio, el bucea todos los días, y es muestra de cómo esta comunidad ahora está caminando en nuevos caminos para continuar con el legado que las generaciones mayores iniciaron como conservadores y guardianes de Cabo Pulmo.

Agradezco a Edgardo Ochoa, amigo mío de hace varios años, él fue mi instructor de buceo y con paciencia me llevó a una buena experiencia en este deporte. Aunque él ahora vive fuera de México, seguimos en una buena comunicación y él fue el enlace para conocer y entender esta historia.

Nos encontramos en Cabo Pulmo, Edgardo me explicó de la gran diferencia que hay en la cantidad de vida marina de la primera vez que estuvo ahí, a la fecha.

“Los humanos son lo más importante, la conservación del parque permite que la comunidad esté bien, y si ellos están bien, entonces cuidan lo que el mar les da”,  

Edgardo Ochoa

Sin duda es la clave de la conservación, comunidades que entiendan la sustentabilidad y la profunda conexión entre el medio ambiente y el ser humano. No es posible que uno esté bien sin el otro.

A través de esta historia, hago una invitación para todos los que habitamos Baja California Sur, estamos rodeados de mar, nuestros litorales son uno de los grandes tesoros. Así como los pescadores de Cabo Pulmo cambiaron su oficio, sus tradiciones, su vida y su futuro aun cuando esto represento un gran desafío, incertidumbre y hasta relaciones rotas. Hoy pueden ver el gran beneficio de dar el paso y apostar por el medio ambiente.

Así como ellos, te invito a volvernos gestores de la conservación desde el lugar en donde estamos, con acciones sencillas y cotidianas te invito a cuidar nuestro gran tesoro, el medio ambiente.

Mira a continuación lo que ellos han obtenido, un lugar lleno de vida, con gran actividad comercial, dedicados al buceo, con negocios propios y prósperos y con la maravillosa oportunidad diaria de llenarse de vida en el mar.

Si aún no conoces este parque nacional, te invito a que lo incluyas en tus lugares pendientes por visitar, estoy segura que te llenaras de orgullo al palpar la buena acción del hombre sobre la naturaleza.

Felicidades Juan, por tu visión, por tu conexión con el mar, por ser fiel a esos pensamientos que seguramente más de una vez dudaste pero te mantuviste firme, gracias a eso, hoy Cabo Pulmo es orgullo de Baja California Sur, de México y una referencia mundial, una sola persona puede cambiar el mundo cuando escucha a su corazón. Gracias a ellos por contribuir para mostrar la riqueza de nuestra Sudcalifornia de mi Corazón.

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